Precedentes de las ideas artísticas modernas ya pueden verse en la obra de los grandes maestros barrocos (Velázquez o Rembrandt); de autores de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX más o menos cercanos al romanticismo (Goya, David, Delacroix, Gericault, Friedrich, Turner, William Blake); y de autores de mediados del siglo XIX más o menos cercanos al realismo (Corot, Millet, Courbet, escuela de Barbizon, William Morris). Para esas fechas empieza a ser usual la percepción del artista moderno como un incomprendido social, ajeno a las instituciones; aunque paradójicamente termine creando su propia institucionalidad alternativa (Salon des Refusés, 1863 -salón de los rechazados-). Crucial fue el papel de prestigiosos intelectuales que ejercieron de críticos de arte, como Rimbaud.
He aquí algunos ejemplos de estos precedentes:
"Los Borrachos" de Diego Velázquez. |
"Vida y muerte, muerte y vida" de Jean-François Millet. |